Todo parte así: Ella vomitando en un baño sucio, sin su respectiva puerta en medio de un piso mojado pero que su estado etílico le impidió sentir, de sus "amigas" ni la sombra, si estaban con alguno de esos tipos del bar no era algo que supiera o le importara en lo más mínimo y seguramente seria un dato que si o si le contarían ellas al día siguiente entre el dolor de cabeza, la sed, el orgullo equivocado y la reconstitución de esa noche, digamos que con suerte ella sentía su cuerpo como para pensar en alguien más.
¿Cómo había llegado a ese estado?, exceso de alcohol y algo de droga con un efecto experimental en ella, ¿Por qué? -Sus razones- Era joven, tenia que conocer el mundo, quería salir con su gente, decir con un orgullo mal enfocado que había salido y casi no vuelve por A, B o C motivo, los argumentos multiplicado por las 4 estúpidas mujeres que salieron juntas y que regresaron juntas, apenas, a punto de ser solo 3, pero juntas.
No tenia nada más, era un trapero y eso es ayudarla mucho en la descripción, me ha tocado ver cadáveres más lindos, hasta ahí llegó la moda rockera de la noche, su perfecto maquillaje, y su pelo; desparramados en la humedad, el baño y el piso.
En medio de sus desvaríos, alucinaciones, el mareo constante del ir y venir de las miradas de asco del resto de mujeres que la rodeaban, (porque era un estorbo además de ser un asco y un bulto), llegó un momento a eso de las 2 o 3 am en que estaba sola, tirada y sola; justo lo que pensó que no pasaría esa noche; volvió con un cuarto de su conciencia al mundo real, levantó su cabeza hacia la puerta y nada, quietud, su locura la llevó a preguntarse si estaba viva aún, si lo estaba, otra estupidez más a esa altura pasaba desapercibida. Cinco minutos de sueño sentada en el piso, apoyada en la pared, abrió los ojos con el portazo y la frase "So wake up sleepy one, It's time to save your world" de la canción sonando que se infiltró en el lugar , al parecer ya no estaba sola, era raro, llegó un hombre, pensó que se había equivocado de baño en la desesperación del vomito, pero no, se acordaba de las minas y su mala onda típica, solo posible desde una mujer venenosa , lo recordaba, eso si que lo recordaba, entonces ¿Qué pasaba?.
- Él esa noche había salido de su casa a la mala, de ánimos festivos no había señal, pero era salir o quedarse para pelear con su familia por el tema de rutina, sus estudios en la universidad, su irresponsabilidad y su poco compromiso, todo lo que reclamaban era cierto, eso no significaba que fuera algo que a él le preocupara o quisiera remediar, le gustaba su tiempo libre, el exceso de tiempo libre, no le interesaba la administración, los números o la psicología motivacional que intentaban con él.
Llegó solo y así siguió en las horas que siguieron , no había compañero de cerveza, no había femme fatal que lo motivara , un escaneo loco llevó su mirada a ese grupo de cabras chicas jugando a ser grandes, se pegó en esas cuatro revoltosas, que entre patrañas y conocidos lograron entrar, que eran lindas pero se notaban primerisas en las salidas, por la emoción y la cantidad de alcohol por minuto, vio en una de ellas una belleza increíble, aunque no lo aseguro yo y el menos, mejor recordar que habían al menos tres litros de cerveza dándole vueltas.
Las miró, ellas nunca lo notaron; sus acercamientos siempre eran tontos y rechazados, fue por eso que no se acercó, no les invito nada y la del galán fue algo que no se le ocurrió, las miró, notó cuando la bonita se levanto y entre rebotes entró al baño, vio como una de las otras la siguió, con menos tambaleos, pero que volvió a los minutos donde el resto, a decir algo extremadamente gracioso rieron por otros minutos y luego fueron un grupo de 6, ellas más sus nuevos acompañantes. El se sintió un perdedor, podría el haber invitado a la niña linda a tomar o a comer algo, antes de su escape.
Siguió con sus litros y sus pensamientos un buen rato, vio el grupo y entre medio de las luces bajas se veían disfrutando del momento, o ellos sacaban partido, la diferencia ahí la ponía la diferencia de edad, los grados y los litros de alcohol, el recordó a la niña que a esas alturas le decía la bonita.
Se armó de valor y con un paso parecido al de ella caminó al baño, al de mujeres, arriesgandose a que hubiera(n) otra(s) más, abrió rápido la puerta, si dudaba no lo haría, estaba enfrente de el desastrosa pero no menos linda, con una mirada vidriosa y afiebrada, notó su sorpresa, la quedó mirando, ¿Qué pasaba?.
Se miraron, ella intentó enfocar su vista y saber quien era, se sintió agitada, atraída, angustiada y de paso mareada nuevamente; el quiso acercarse pero se quedó inmóvil, la miraba agitado, atraído y algo mareado.
Ella intento pararse con dificultad, el se acercó de la misma manera; la idea era acercarse por razón, la ayudó y salieron de la asquerosidad, se sentaron en una escalera deshabilitada; ella le contó su desastrosa vida, sus muchas caídas, miles de decepciones, sus problemas familiares y su distorsión anímica, el se sintió identificado y le contó su parte, congeniaron el alcohol los había acercado y las tragedias de la vida los habían unido, todo por al menos una hora, que fue mejor que sus horas con amigos y sus respectivos psicólogos.

Cuando las amigas llegaron a buscarla, su cabeza se movía menos, se dijeron con gusto un nos vemos al unisono, que fue sin intercambio de teléfono, dirección o mail, ambos sabían que a pesar de que sus vidas eran iguales no se volverían a ver, probablemente por que el se escaparía de su casa hacia el sur en busca de mejor vida en unos meses y ella intentaría suicidarse por el problema constante con su padrastro...
En realidad ninguno trascendió en la vida del otro, fueron compañeros de un rato, dos almas perdidas en un mismo lugar y en un mismo momento, pero no serían más que eso, de testigos quedamos la escalera y yo, porque ella no recordó nada al día siguiente ni el joven, ni la música, menos el asco... él ya no recordó la cara de la bonita, solo recordaba que había tomado mucho.
Eso fue lo que pasó.
¿Cómo había llegado a ese estado?, exceso de alcohol y algo de droga con un efecto experimental en ella, ¿Por qué? -Sus razones- Era joven, tenia que conocer el mundo, quería salir con su gente, decir con un orgullo mal enfocado que había salido y casi no vuelve por A, B o C motivo, los argumentos multiplicado por las 4 estúpidas mujeres que salieron juntas y que regresaron juntas, apenas, a punto de ser solo 3, pero juntas.
No tenia nada más, era un trapero y eso es ayudarla mucho en la descripción, me ha tocado ver cadáveres más lindos, hasta ahí llegó la moda rockera de la noche, su perfecto maquillaje, y su pelo; desparramados en la humedad, el baño y el piso.
En medio de sus desvaríos, alucinaciones, el mareo constante del ir y venir de las miradas de asco del resto de mujeres que la rodeaban, (porque era un estorbo además de ser un asco y un bulto), llegó un momento a eso de las 2 o 3 am en que estaba sola, tirada y sola; justo lo que pensó que no pasaría esa noche; volvió con un cuarto de su conciencia al mundo real, levantó su cabeza hacia la puerta y nada, quietud, su locura la llevó a preguntarse si estaba viva aún, si lo estaba, otra estupidez más a esa altura pasaba desapercibida. Cinco minutos de sueño sentada en el piso, apoyada en la pared, abrió los ojos con el portazo y la frase "So wake up sleepy one, It's time to save your world" de la canción sonando que se infiltró en el lugar , al parecer ya no estaba sola, era raro, llegó un hombre, pensó que se había equivocado de baño en la desesperación del vomito, pero no, se acordaba de las minas y su mala onda típica, solo posible desde una mujer venenosa , lo recordaba, eso si que lo recordaba, entonces ¿Qué pasaba?.
- Él esa noche había salido de su casa a la mala, de ánimos festivos no había señal, pero era salir o quedarse para pelear con su familia por el tema de rutina, sus estudios en la universidad, su irresponsabilidad y su poco compromiso, todo lo que reclamaban era cierto, eso no significaba que fuera algo que a él le preocupara o quisiera remediar, le gustaba su tiempo libre, el exceso de tiempo libre, no le interesaba la administración, los números o la psicología motivacional que intentaban con él.
Llegó solo y así siguió en las horas que siguieron , no había compañero de cerveza, no había femme fatal que lo motivara , un escaneo loco llevó su mirada a ese grupo de cabras chicas jugando a ser grandes, se pegó en esas cuatro revoltosas, que entre patrañas y conocidos lograron entrar, que eran lindas pero se notaban primerisas en las salidas, por la emoción y la cantidad de alcohol por minuto, vio en una de ellas una belleza increíble, aunque no lo aseguro yo y el menos, mejor recordar que habían al menos tres litros de cerveza dándole vueltas.
Las miró, ellas nunca lo notaron; sus acercamientos siempre eran tontos y rechazados, fue por eso que no se acercó, no les invito nada y la del galán fue algo que no se le ocurrió, las miró, notó cuando la bonita se levanto y entre rebotes entró al baño, vio como una de las otras la siguió, con menos tambaleos, pero que volvió a los minutos donde el resto, a decir algo extremadamente gracioso rieron por otros minutos y luego fueron un grupo de 6, ellas más sus nuevos acompañantes. El se sintió un perdedor, podría el haber invitado a la niña linda a tomar o a comer algo, antes de su escape.
Siguió con sus litros y sus pensamientos un buen rato, vio el grupo y entre medio de las luces bajas se veían disfrutando del momento, o ellos sacaban partido, la diferencia ahí la ponía la diferencia de edad, los grados y los litros de alcohol, el recordó a la niña que a esas alturas le decía la bonita.
Se armó de valor y con un paso parecido al de ella caminó al baño, al de mujeres, arriesgandose a que hubiera(n) otra(s) más, abrió rápido la puerta, si dudaba no lo haría, estaba enfrente de el desastrosa pero no menos linda, con una mirada vidriosa y afiebrada, notó su sorpresa, la quedó mirando, ¿Qué pasaba?.
Se miraron, ella intentó enfocar su vista y saber quien era, se sintió agitada, atraída, angustiada y de paso mareada nuevamente; el quiso acercarse pero se quedó inmóvil, la miraba agitado, atraído y algo mareado.
Ella intento pararse con dificultad, el se acercó de la misma manera; la idea era acercarse por razón, la ayudó y salieron de la asquerosidad, se sentaron en una escalera deshabilitada; ella le contó su desastrosa vida, sus muchas caídas, miles de decepciones, sus problemas familiares y su distorsión anímica, el se sintió identificado y le contó su parte, congeniaron el alcohol los había acercado y las tragedias de la vida los habían unido, todo por al menos una hora, que fue mejor que sus horas con amigos y sus respectivos psicólogos.

Cuando las amigas llegaron a buscarla, su cabeza se movía menos, se dijeron con gusto un nos vemos al unisono, que fue sin intercambio de teléfono, dirección o mail, ambos sabían que a pesar de que sus vidas eran iguales no se volverían a ver, probablemente por que el se escaparía de su casa hacia el sur en busca de mejor vida en unos meses y ella intentaría suicidarse por el problema constante con su padrastro...
En realidad ninguno trascendió en la vida del otro, fueron compañeros de un rato, dos almas perdidas en un mismo lugar y en un mismo momento, pero no serían más que eso, de testigos quedamos la escalera y yo, porque ella no recordó nada al día siguiente ni el joven, ni la música, menos el asco... él ya no recordó la cara de la bonita, solo recordaba que había tomado mucho.
Eso fue lo que pasó.
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